El artista es un pequeño Dios y el dolor es siempre la antesala de la creación.

miércoles, 6 de junio de 2012



A los que se quedaron dormidos en el nunca,
a los que sueñan sus verdades y se las niegan,
a los que tienen mucho miedo
y lloran por cualquier cosa
y se ocultan la cara de vergüenza.
A los tímidos,
a los solos, a los raros,
a los que dudan y dudan
y les llaman inmaduros, débiles.
A los que duermen en la fría cama del psiquiátrico,
a las madres que cogen la mano de su hijo ingresado.
Os digo: que no nos vendan verdades, que la verdad no existe.
La Verdad y la Razón son creaciones del ser humano,
para doler, para medir.
Hay que luchar contra el silencio y la ignorancia,
no somos enfermos.
¿Quién tiene la verdad absoluta, la realidad absoluta?
¡Que la muestre, que la enseñe si puede!
¡Es mentira, mentira, no existe!
A los que llevan cicatrices por haberse rajado las venas,
a los que consiguieron no rajárselas.
A los que están paralizados de angustia,
paralizados para ser, amar, soñar.
A los que llaman vagos, idiotas, locos, débiles.
No escuchéis la voz de los que viven sólo para tener.
A los que por ansiedad fuman dos paquetes diarios.
A los que no son sociables, ni aptos, ni lúcidos,
ni extrovertidos, ni empáticos, ni asertivos, ni normales.
A los que nunca superarán un test psicotécnico,
a los que llevan medicación en el bolso y el monedero vacío,
a los que están atados ahora a una cama y no nos oyen.
A los psiquiatras que abrazan a sus pacientes
y pidieron alguna vez consejo al que llamaron esquizofrénico.
A los que tenemos certificado de disminución
y leemos a Lorca y a Nietzsche y lo que haga falta.
A los que no soportaron el túnel y se fueron para siempre,
a los que atravesamos cada día el túnel
agarrados aunque sea a las paredes negras.
A todos los que saben o quieren escucharnos
y no se fían sólo de los manuales, libros, tesis,
estudios y estadísticas.
A los psicólogos que dan besos.
A los que ya hemos transitado por el infierno y el cielo
y no queremos volver más allí.
Y sobre todo,
a todas esas pupilas dilatadas de tanta química
que miran aturdidas y absortas
pero tienen la luz más hermosa.
A todos os digo:
«No existe la locura sino gente que sueña despierta».

La mujer precipicio

martes, 7 de febrero de 2012


"el silencio es frágil, un solo grito puede romperlo"

Es un delirio compartido y expansivo. Delirar (de-lira) significa, literalmente, salirse del surco. expresar lo que llevamos dentro, romper la mortecina cotidianedad de nuestras vidas, hacer poesía desde las tripas y compartir nuestros sueños, nuestros delirios"
El tiempo dice quien se va, quien se queda, quien no llega...

sábado, 4 de febrero de 2012



Y tú me preguntas qué ocurre
y yo pienso: si tú supieras
y supieras cuánto puedo llegar a estar de podrida...

así que perdona
si ves que te miro
con gesto radiofónico al ausentarme
cuando a veces me buscas para mecer tu risa en mis labios
y yo me agacho
como al que se le han caído unas monedas
y las sigue rodando.


no quiero que me veas chapotear entre mi propia mierda
mientras trato, como siempre, de no ahogarme.

domingo, 29 de enero de 2012

… espaldas mancilladas por el miedo, por el deseo, por el latir de corazones que amontono en mi no-lucidez

Dame tu boca
que vamos a dibujar el mapa de escape
de esta estructura errónea
pregunta de cetrería
cuestión
para brujas enormes
pasaremos con el gesto destilado de la piel
de las hermosas yeguas heridas
que atestiguan la pérdida de lo entregado.
devoraremos el océano que tenga que venir.
ya se acorta la luz de los días.

vamos a navegar por fin hacia el naufragio.
“Se me descarrilaron los sueños”
Amanecí con aquella frase en los labios, con ganas de decirla o de gritarla, pero sin encontrar el momento adecuado. Amanecí con la vergüenza en los labios por la noche anterior, porque estos rozaron un cuerpo cualquiera, abandonado a mi suerte. Y no pude hacer otra cosa que recorrer mis últimos días preguntándome cómo había llegado ahí. Pero me encontré que no fue culpa de los últimos días, ni siquiera de las últimas semanas, sino de los últimos meses. Había sido una muerta en vida en mucho tiempo. Y un sabor amargo me inundó la garganta, esa mezcla entre aliento matutino, alcohol y semen. Me entró una arcada. Era capaz de recordar el sabor de su sexo, pero incapaz de recordar el mío, mi sexo, ese que tuve antes de todo ese tiempo muerta.