
Nunca seré la mujer de tu vida. Ni la mujer de la vida de nadie. Estoy demasiado jodida por dentro. No creo que alguna pueda apreciar qué tengo en mis manos; lo quiero, lo deseo, pero debo romperlo. Huyo de todo lo que tengo en cuanto lo tengo. Soy sólo un accidente a punto de suceder.
Siempre hay un roto pa' un descosío, decía mi abuela...
ResponderEliminarSupongo que lo primero que tenemos que ser es nuestra propia mujer u hombre de nuestras vidas, ya llegará alguien después.