El artista es un pequeño Dios y el dolor es siempre la antesala de la creación.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Yo conozco mi suerte. Alguna vez el recuerdo de algo inmenso irá unido a mi nombre, - de una crisis como jamás la hubo en la tierra, de la más profunda colisión de conciencia, de una decisión conjurada contra todo lo que hasta el presente se había creído, exigido, santificado. Yo no soy un hombre; yo soy dinamita. Y con todo esto, nada hay en mí de un fundador de religiones. Las religiones son asuntos de la plebe, yo tengo necesidad de lavarme las manos, después del contacto con hombres religiosos... Yo no quiero "creyentes"; yo pienso que soy demasiado malvado para creer en mí mismo. Yo no hablo a las masas... Tengo un miedo espantoso de que algún día se me declare santo. Se adivinará por qué yo publico este libro antes, debe evitar que se cometan abusos conmigo. Yo no quiero ser un santo; prefiero antes ser un bufón... Quizá soy un bufón... Y a pesar de esto, o mejor, no a pesar de esto, -pues hasta ahora no hay nada más embustero que un santo-, la verdad habla en mí. Pero mi verdad es terrible, pues hasta ahora, se ha llamado mentira a la verdad. -Transvaloración de todos los valores: ésta es mi fórmula para un acto de suprema autognosis de la humanidad, que en mí se ha convertido carne y genio. Mi suerte quiere que yo deba ser el primer hombre decente; que yo me sepa en contradicción sontra la mendacidad de milenios... Recién yo he descubierto la verdad, por el hecho de que yo fui el primero en sentir -en oler- la mentira como mentira...
Mi genio está en mis ollares. Yo contradigo como jamás se ha contradicho, y, sin embargo, soy lo contrapuesto de un espíritu que dice no. Yo soy un alegre mensajero como hubo ningún otro, yo conozco tareas de una altura, que ha faltado hasta ahora el concepto para ellas; recién a partir de mí hay de nuevo esperanzas. Con todo esto, soy yo necesariamente también el hombre de la fatalidad. Pues cuando la verdad entra en lucha con la mentira de milenios tendremos conmociones como jamás las hubo, una convulsión de temblores de tierra, un desplazamiento de montañas y de valles, tales como nunca se han soñado. El concepto de política queda entonces completamente absorbido en una guerra de espíritus, todas las formaciones de poder de la vieja sociedad son estalladas por los aires, porque todas ellas se basan en la mentira: habrá guerras como nunca las ha habido en la tierra.
Recién a partir de mí hay sobre el mundo la gran política

Si la Alta Autoridad te llama a un cargo, debes saber que cada ascenso en la escala de las funciones, no es un paso hacia la libertad, sino hacia mayores lazos; cuanto más alto el cargo, tanto más estrecho el vínculo; cuanto mayor el poder de este cargo, tanto más severo el servicio. Cuanto más fuerte la personalidad, tanto mas vedada la indiferencia

1 comentario:

  1. él (Nietszche no?) fue el primero en oler la mentira como mentira, y la analizó...
    El gran problema viene ahora, q sabemos q hay mentiras por todos lados y las dejamos estar

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