Muchas conductas juveniles , hoy mas que nunca , revelan una busqueda sosterrada de castigo y aniquilamiento: Uso suicida de las drogas, alucinantes margenes de riesgo , la emocion de una escapada perseguido a tiros... total desecanto e indiferencia frente a la vida.
Los verdaderos y mas eficaces delicuentes , los delicuentes de guante blanco , siempre disponen y abusan de poder: roban de maneras tecnificadas , utilizando , por ejemplo , el calculo de resitencias que permiten al fabricante saber lo que vende pero no al consumidor saber lo que compra. O mediante procedimientos muy simples pero muy rentables , por ejemplo, acumulando grandes sumos por adicion de pequeñas cantidades , como hacen algunos grandes almacenes que se adelantan a robar en prevision de ser robados y cargados al consumidor el porcentaje que suponen
La delicuencia prepotente
En cambio los malos
Capaces de arriesgarse , amenazar, quizas pelear por un puñado de monedas freneticamente deseadas , las vana perder o dar o malgastar sin apenas vivencia ni sensacion de haber logrado ningun objetivo . Reflejo todo eso de su desvalorizacion y caos interior.
Lo contrario al desorden y la destructividad no es la represion sino la reparacion , la construtividad . Contra un niño destrutivo no el reformatorio ni el aislamiento ni la violencia , sino su reconstrucion interior , su reparacion.
Por ejemplo; El niño me ha roto un precioso jarron de barro , puedo pegarle , reñirle , castigarlo por que necesito desahogarme; pero tambien puedo jugar con el a reconstruir el mosaico de añicos como sabios arqueologos. Puedo , si para mi el niño vale mas que mi jarron.
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